¿El papel de Hugo Chávez puede ser un escollo?
América Latina no es una unidad, tiene muchas políticas diferentes, y matices. Chávez parece que se prepara para ser el aguafiestas de la reunión, pero no creo que tenga mucho papel en la reunión. Lo nuevo de esta reunión no es solo que esté Obama sino que se hace en el contexto de la crisis mundial que afecta mucho a América Latina y por ende a Venezuela. A partir de ahí hay que ver todo con otra perspectiva. Obama ha hecho esfuerzos enormes para salvar el sistema financiero, centenares de miles de millones de dolares. Yo pregunto, ¿tendrá capacidad EEUU para apoyar económicamente a América Latina?
En mi opinión la crisis de América Latina todavía no se ha mostrado en muchos países con la misma naturaleza que en EEUU y Europa, porque los consumos no son los mismos. Brasil y otros países han tomado medidas monetarias para estimular la exportación, pero yo, con optimismo, pienso que esta reunión plantea un cambio de escenario en las relaciones: hasta ahora algunos líderes tenían pretextos para boicotear o establecer unos códigos con EEUU. Chavez se va a quedar sin coro, los otros países no están para eso.
Es una cumbre nueva, con la presencia de Obama como hecho simbólico: un nuevo discurso y nueva manera de enfrentar los problemas. Frente a esto tenemos a Hugo Chávez tratando de oponerse ya desde ahora. Lo curioso es que la situación de crisis impide un plan general para América Latina, pero además Venezuela se enfrenta a una crisis severa. Hay un enfrentamiento simbólico que no tiene muchos visos de prosperar.
NO es lo mismo Chaves con el petróleo a 110 dólares que a 40. La política de talonario de Chávez ya no es posible. Y está quedando en evidencia el sistema en el que alcandes elegidos democráticamente están siendo asediados, militares, falta de abastecimiento....Ese mensaje está muy gastado: pudo tener su audiencia, pero ya no. Ninguna recuperación es independiente de lo que pase en EEUU. Mientras Europa y EEOO no se recuperen es muy difícil pensar que se recuperen las exportaciones latinoamericanas: la suerte de todos está encadenada y no se pueden pedir planes específicos.
Venezuela hace mucho ruido, pero algunos fenómenos de Latinoamérica son más importantes: el liderazgo del Brasil por ejemplo. Brasil siempre fue la tierra del porvenir, pero ahora resulta que con Lula se está produciendo un desarrollo extraordinario y político. Estos son los fenómenos que van a contar de verdad. La crisis también afecta a Brasil, pero en mi juventud Brasil y Argentina eran las dos grandes potencias de América del Sur, y ahora Brasil está diez veces por encima de Argentina. Hay que atender a Brasil, a Perú y a Chile, a Uruguay, hay que seguir con atención en tema colombiano. Y la visita de Obama a México nos muestra una situación de México más consolidada.
Va en dirección muy acertada el que Obama se haya entrevistado precisamente con Brasil y México. Yo quiero reivindicar la labor de Rodríguez Zapatero en el tema de Cuba. Se la jugó cuando propuso el cambio de actitud de la UE, sufrió mucha incomprensión entonces. Pero poco a poco ha facilitado a la UE una posición nueva. Y en eso Brasil ha tenido también un papel discreto y profundo.
Tengo ciertas reservas. Brasil es una potencia, con una agenda internacional más allá de los exabruptos de Chávez. México ya tiene una integración con EEUU sin voluntad de liderazgo latinoamericano. Veo un abismo en la posibilidad de que México y Brasil sincronicen estrategias.
¿Se podría desbloquear el tratado de Libre Comercio?
La naturaleza en que fue firmado pertenece a otra épcoa. Tiene que ser revisado. Recomendaría que EEUU y los firmantes mirasen un poco a los criterios que se desarrollaron en la creación de la CEE, en donde los países poderosos ayudaban al desarrollo de los países que querían integrar para facilitar la homogeneización, donde aquellos firmantes de la primera Unión Europea fueron extraordinariamente generosos, por ejemplo Alemania.
Estamos muy lejos del modelo europeo. Tenemos que acercarnos a ese gran experimento del último siglo, el de la UE, pero es difícil que se pueda calcar en América Latina. Tenemos situaciones de límites, fronteras, querellas, no resueltas en más de un siglo. Cuando fui diplomático trabajé en el tema de la integración pero soy moderadamente escéptico.
Hay muchas querellas y recelos, muchas fronteras y mucha vanidad, pero creo que cuando la crisis haya pasado.
Lo que veo es que con la crisis hay un proteccionismo que afecta de inmediato a las economías latinoamericanas. Espero que en esta reunión salga algo del tema peligroso del proteccionismo comercial.
Son muchos años de la reivindicación indigenista. Se renueva en 1994 con el alzamiento zapatista y a partir de 200 el triunfo de Fox arrebata las banderas al subcomandante Marcos y los indigenas vuelven a desaparecer de la vida pública. Retoma la bandera Evo Morales con las reivindicaciones de pobreza y sometimiento y ahora se busca una reivindicación basada en problemas políticos y la eterna cuestión de hasta dónde es posible conciliar las costumbres con los valores de la modernidad.
Esa es la clave. Sería un error caer en los errores de los 500 años. Los valores de la democracia, los derechos humanos, son irrenunciables. El buscar una síntesis con el derecho a la cultura de los pueblos indígenas es un reto complicadísimo. Es impresionante la riqueza cultural de Oaxaca, pero adecuar esa cultura a los compases de los valores humanos, la igualdad, es un reto.
*Edwards: El tema es muy antiguo. Se plantea en la revolución mexicana en 1910. En Chile hubo una revolución conflictiva, porque se ha desdeñado al mundo mapuche y se ha equivocado en eso. El lugar donde hoy se plantea con más conflicto es Bolivia y lo que tiene que conseguir ese país es un consenso, porque el país puede terminar dividido en dos y en una guerra civil. Nosotros queremos un desarrollo moderno, justo, con respeto a los derechos humanos y eso nos obliga a asimilar e integrar a eso a las poblaciones indígenas. Plantear eso como una guerra entre negros y blancos puede ser desastroso.
El mayor obstáculo que le veo es el resentimiento histórico y la desconfianza del indígena hacia el blanco. No solo en Bolivia, sino en Ecuador, en Venezuela....Si la reivindicación se centra en volver a poner en la práctica los modos indígenas en las Constituciones, fórmulas que han sido sobrepasadas por la consolidación de la democracia....