Entre julio del 2010 y enero del 2011, por ejemplo, el Ejército sólo ha aceptado la muerte de cinco soldados. Segun Infomex, revela que en ese mismo periodo han muerto 41 militares.
Contraste de cifras
Los comunicados de prensa, cabe aclarar, se han convertido en el único reporte oficial sobre enfrentamientos, particularmente en las zonas de difícil acceso, ya sea por su condición geográfica o por la propia inseguridad.
Otra alternativa para medir los resultados del Gobierno en el combate a la delincuencia organizada es mediante la Ley Federal de Transparencia.
De acuerdo a los comunicados, sólo cinco militares han muerto en esos siete meses. Según el reporte oficial desde el inicio del gobierno de Calderón hasta enero del 2010, en ese mismo periodo, en realidad han fallecido 41 militares.
Sólo en ese periodo, la Sedena habría omitido informar la muerte de 36 de sus efectivos.
Aun bajo el supuesto que hubieran muerto los 19 soldados que se reportan como heridos entre junio de 2010 y enero de 2011, la cifra de bajas sólo se elevaría a 24, es decir, 58% de las 41 muertes que la Sedena informa vía transparencia.
Si se consideran las bajas por accidentes que la Secretaría informa por boletines en el mismo periodo, la cifra sólo se elevaría a 27 bajas. Esto por la caída de un helicóptero en el estado de Jalisco, ocurrido el 7 de julio del año pasado. En el suceso murieron dos oficiales y un miembro de tropa.
Por una baja militar, hay 59 del narco
En esta investigación no sólo se encontró la disparidad entre las bajas militares reportadas y las que se pueden conocer mediante una solicitud de información. En los siete meses analizados, la diferencia entre muertos del Ejército y de presuntos criminales también es mayúscula. Mientras los soldados tienen cinco bajas, el crimen organizado tiene 295. Esto significa que por cada soldado caído en una agresión, mueren 59 vinculados al narcotráfico.
Un ejemplo de esto es el enfrentamiento ocurrido en una finca de Ciudad Mier, Tamaulipas, el 9 de septiembre del año pasado. El Ejército reportó 25 presuntos narcotraficantes muertos y en sus filas ni una muerte por contabilizar.
Si contrastar el número de bajas castrenses es posible gracias a la referencia del IFAI, someter a una comparación las bajas de los criminales es más complicado.
Cuando un ciudadano solicita a la Defensa una relación de las muertes de presuntos criminales, el órgano se limita a referir al solicitante a los boletines de prensa.
En una solicitud disponible en el sistema Infomex, distinta a la que informa de las bajas militares la Sedena explica al ciudadano que la obligación de informar sobre las muertes de criminales está cumplida, pues los comunicados se encuentran en internet. Sin embargo, entregó una lista con los comunicados que aparentemente informan de todas las muertes de narcotraficantes.
¿Dónde están los muertos?
El reporte entregado mediante la Ley de Transparencia da cuenta de nueve militares muertos, mientras que en los boletines, no hay uno solo en todo el mes.
Las únicas incidencias en agosto contra el personal militar fueron las heridas infligidas a tres soldados en un enfrentamiento que dejó 12 delincuentes muertos en Santiago Papasquiaro, Durango. En las demás refriegas (cinco en total) se reportan cero muertes, al menos, en boletines.
Los comunicados de prensa emitidos en esos 30 días sólo informan de una baja militar. En contraste, la solicitud de transparencia reporta 11.
Esta diferencia indica que en noviembre del año pasado, nueve de cada 10 muertes contabilizadas al interior de la Sedena no fueron hechas públicas en comunicados de prensa.
La única muerte reconocida en noviembre ante los medios ocurrió el día 5. En plena zona urbana de Matamoros, Tamaulipas, un soldado de la octava zona militar fue abatido en los enfrentamientos previos a la muerte del capo del Cártel del Golfo, Ezequiel Cárdenas Guillen.
“Tony Tormenta”, alias de ese jefe de la droga, cayó abatido por la Secretaría de Marina, sin embargo, en las balaceras previas a su muerte participó el Ejército.